La esposa le pidió a su esposo que al menos mujeres viejitas teniendo sexo le metiera el dedo en el culo y se masturbara.

Descripción: Una mujer se queja constantemente de su marido, que está disgustado con el sexo anal. Todos los hombres son como los hombres, solo pídeles que te follen por el culo, así se quedan con mucho gusto. Y este, como una especie de imbécil, repite siempre lo mismo, como un disco rayado: "¡Irka, carajo, mujeres viejitas teniendo sexo por favor, en cualquier lugar, pero no allí!" Y sigue siendo bueno que al menos en la masturbación no se niegue. No es miembro, así que al menos mete un dedo en el culo de su esposa, pero masturba su agujero un poco.